El mito de la energía

Se nos ha hecho pensar que requerimos estar consumiendo alimentos para mantener nuestros niveles de energía, sin embargo esto es una total mentira por varias razones que revisaremos a continuación.

  • En cualquier momento el cuerpo tiene almacenada una gran cantidad de energía en forma de grasa para poder utilizarse.
  • El cuerpo es capaz de generar energía a partir del glucógeno, grasa e incluso aminoácidos del músculo en caso de ser necesario.
  • En un ayuno prolongado el cuerpo genera cuerpos cetónicos que se vuelven la principal fuente de energía de todo el cuerpo, incluso el cerebro.
  • Toda la energía que ingerimos y que no sea utilizada será almacenada en el cuerpo como grasa.

El cerebro necesita glucosa

Si bien esto es parcialmente cierto ya que el cerebro es el único órgano que depende de un flujo constante de glucosa para funcionar y consume aproximadamente 20% de la energía del cuerpo, sin embargo existen mecanismos que compensan para evitar que el cerebro se quede sin combustible.

  1. Cuando bajan los niveles de glucosa el cuerpo genera glucosa mediante gluconeogénesis a nivel hepático para proporcionar glucosa al cerebro.
  2. Si el ayuno se prolonga, el cuerpo recurre a la formación de cuerpos cetónicos a nivel hepático a partir de la grasa corporal y que pueden nutrir al cerebro, llegando a poder aportar hasta el 60% de la energía que consume.

Las bebidas energéticas

Debido a esta falsa creencia de requerir energía, diversas compañías fabrican bebidas “energéticas” que proporcionan mucha azúcar y alguna sustancia estimulante.
Su principal efecto es una estimulación transitoria y debido a la gran cantidad de azúcar y calorías acaban favoreciendo el acúmulo de grasa y obesidad.
Algunas de las sustancias estimulantes pueden generar efectos negativos como taquicardia, insomnio, agitación, hipertensión, incluso alucinaciones y convulsiones.

¿Entonces por que me puede faltar energía?

La falta de energía es una sensación y hay muchas razones por las que te puedes sentir cansado y falto de energía, algunas personas están adaptadas a estar consumiendo calorías todo el tiempo principalmente en la forma de carbohidratos, lo cual genera picos de glucosa y su consiguiente liberación de insulina con la baja consiguiente de glucosa y una sensación de falta de energía, es como si estuvieran todo el tiempo en una montaña rusa.
Si una persona no esta acostumbrada a un ayuno prolongado es probable que sienta cierta molestia y lo atribuya a la falta de energía.

¿Estas adaptado a usar grasa?

Es posible también que estés adaptado a funcionar solo con carbohidratos como combustible, lo cual te va a hacer que toleres mal los ayunos y que requieras de estar consumiendo carbohidratos casi todo el tiempo.


Las personas adaptadas a carbohidratos suelen depender de comidas pequeñas y frecuentes, tienen más antojos y tienden a subir más fácilmente de peso.
Las personas adaptadas a grasa pueden pasar ayunos más prolongados sin problema, suelen estar menos hambrientos y depender tener menos antojos.

Estar adaptado a grasa significa que puedes acceder fácilmente a la grasa de la dieta o la acumulada en el cuerpo para obtener energía y no significa que vas a evitar usar glucosa cuando este disponible, lo cual te da mayor libertad para poder utilizar uno u otro combustible.
Realizar una dieta muy baja en carbohidratos, cetogénica o ayuno puede ayudarnos a adaptarnos a funcionar con grasa.

La idea de la falta de energía suele ser algo subjetivo y no requieres estar consumiendo alimento o bebidas para mantener esta energía, sin embargo puedes ayudar a tu cuerpo a adaptarse y sentirse mejor.

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